Los problemas más graves son los que afectan a las parroquias del entorno siderúrgico, contaminación por partículas en suspensión, contaminación acústica, contaminación química y vertidos. La contaminación por partículas en suspensión tiene su mayor incidencia en las parroquias gijonesas de Veriña, Poago, Monteana, y Tremañes. Varios miles de personas soportan desde hace lustros la contaminación causada por chimeneas y parques de minerales.

La contaminación química y acústica se extiende también a parroquias de Carreño. Al ruido de las factorías se debe sumar el de los transportes ferroviarios de materiales. No sólo se tiene que atajar el problema de ruidos, en el asunto de los transportes, también mejorar la seguridad de los mismos, ya que se han producido accidentes muy graves.

También resulta imprescindible las mediciones y control de la contaminación química a la atmósfera, en especial de los niveles de dioxinas, de los que no tenemos datos ni sabemos si se realizan en la actualidad algún tipo de control; aunque si tenemos constancia por medio de informes alemanes que la actividad siderúrgica genera gran cantidad de este tipo de sustancias altamente peligrosas.

Además los vertidos son una plaga periódica y ocasionada por fallos en el sistema de depuración de aguas residuales que necesitaría una urgente mejora Los cauces más afectados son la cuenca de la ría de Aboño y la cuenca de la ría de Avilés.

GREEN. "Grupo de Recuperación y Estudio de Espacios Naturales"

Agrege esta noticia. Marcadores sociales

Opine en el blog