Los grupos ecologistas firmantes hemos solicitado al Director de Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente el señor Cristino Ruano información detallada sobre los motivos técnicos y sociales que han llevado a su departamento del Principado de Asturias a "contratar a cazadores" para abatir lobos en la Sierra del Cuera a través de la subcontratista de la administración Trasga. Entendemos que el Plan de Gestión del Lobo en Asturias es claro a la hora de determinar el personal que debe ejercer los controles ("personal especializado") de ejemplares de la especie, y que tal cometido corresponde a la Guardería del Principado de Asturias (como de hecho se ha venido desarrollando con normalidad hasta la fecha).

Tampoco aparece contemplada tal posibilidad (que a todos los efectos ha de ser considerada una excepción, y como tal justificada técnica y jurídicamente) en el Plan de Actuaciones de 2005-2006, presentado en mayo de 2005 al Comité Consultivo del Plan de Gestión del Lobo en Asturias.

No entendemos que existan en la actualidad "cazadores (como personal especializado) de lobos" en Asturias (el lobo no es especie cinegética en Asturias desde hace tiempo) pero sí pueden ser considerados como tales (no como cazadores, pero sí personal especializado) los guardas del Principado, conocedores de legislación y técnicas de captura que están al margen de la actividad cinegética y que por tanto no pueden (ni deben) ser conocidas por cazadores.

Este es uno de los puntos del Plan (junto con la consideración de la especie como NO cinegética) donde, desde nuestro punto de vista, no caben apenas interpretaciones, y así lo hemos hecho saber en las reuniones mantenidas por el Comité del Lobo hasta la fecha.

No es recibo que en una zona donde Medio Ambiente reconoce la disminución de daños a la cabaña ganadera se acepte las presiones de los ganaderos del Cuera y se les autorice su contratación como cazadores para dar rienda a su actividad cinegética y tenerlos contentos, porque esto permite que otros cazadores y ganaderos de otras zonas con daños, pidan también que a ellos se les deje cazar los lobos, con lo cual hay riesgo cierto de que se nos llenen los montes de "perseguidores de especies salvajes"

Todo ello conlleva que el control de esta especie salvaje que siempre estuvo en nuestras montañas pase a mano del colectivo de cazadores-ganaderos claramente enfrentados a su conservación, recuperando la figura de épocas anteriores que son sumamente peligrosas para garantizar la convivencia entre los hombres y los animales salvajes.

Coordinadora Ecologista de Asturias

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