Unas obras para la instalación de focos cortan las raíces de árboles centenarios

Los tejos de Abamia dañados en sus raíces por las obras de instalación de unos focos de iluminación. La Asociación de Amigos del Tejo ha presentado la correspondiente denuncia ante el SEPRONA, Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil

26-Octubre-2007 Nota de prensa de la Asociación de Amigos del Tejo

El 1 de abril de este mismo año, más de 20 grupos y asociaciones del ámbito de la cultura, el arte y la conservación de la naturaleza, celebraban concejo bajo el texu de Abamia para pedir la protección efectiva de los tejos. Concretamente se solicitaba de las administraciones en una carta enviada a los consejeros: El “control exhaustivo de las obras junto a los tejos para evitar la irremisible pérdida de este patrimonio único.”

No fue casual la elección de Abamia para este encuentro ya que las obras de restauración de la iglesia comenzaban a afectar al viejo tejo de la entrada oeste. Pese a los repetidos avisos que habíamos cursado al entonces director general, Cristino Ruano, sobre el inminente comienzo de las obras y la necesidad de preservar estos árboles centenarios.

Un tiempo después, en plena campaña electoral, la entonces viceconsejera de medio ambiente, Belén Fernández hacía unas declaraciones en las que decía a los “amigos de los tejos” que no debíamos preocuparnos pues su protección estaba plenamente garantizada. Quizá fuera así en el mundo de papel en el que viven algunas administraciones, pero durante toda la legislatura no habíamos visto un solo avance real en la protección de todo este legado de tejos “cultos” y silvestres cuya conservación está cada día más comprometida.

El colmo del esperpento ha sido encontrar de nuevo algunos de los tejos más emblemáticos de Asturias, los de Abamia, con las raíces salvajemente amputadas. Numerosas excavaciones para la colocación de arquetas y zapatas se han hecho a los mismos pies de los árboles centenarios. Pero lo más preocupante quizá es la zanja excavada todo a lo largo del muro entre la iglesia y el árbol, a menos de dos metros de su tronco, que ha seccionado todas las raíces superficiales de esta parte; con el agravante de que en las otras direcciones la carretera impide el desarrollo radicular de este tejo. Es preciso recordar que una enorme proporción del sistema radicular se desarrolla precisamente en esta parte superficial y también que el plan de manejo del tejo prohíbe expresamente cualquier actuación de esta índole.

Resulta difícil evaluar los daños cuando la zanja ya ha sido rellenada con una mezcla de tierra y raíces trituradas, algunas de hasta 8 cm. de grosor. Lo que sí sabemos es que tras estas actuaciones, incluso cuando no se manifiestan síntomas inmediatos, los árboles viejos quedan gravemente afectados y terminan cayendo o muriendo víctimas de algún hongo, al cabo quizá de 15, 20 o más años; cuando la memoria de los hombres apenas relaciona las causas de su declive. La adecuación de estos árboles a los planos del arquitecto, es un sinsentido comparable a recortar un lienzo del Greco para adecuarlo a su marco dorado.

Parece de Perogrullo contar esto una vez más a unas “autoridades competentes” que una vez más han dado muestra de su incompetencia. Y llegados a este punto nos da ya lo mismo que este atropello se deba a la estupidez, a la falta de sensibilidad, la dejadez, la ignorancia o la incultura. Es hora de pedir responsabilidades por el menoscabo de este patrimonio único e insustituible -no menos valioso, por ejemplo que los famosos mapas de Ptolomeo-, empezando por la ahora consejera de Medio Ambiente y la de Cultura.

Aunque ciertamente sospechamos que nadie va a responsabilizarse de nada. Argumentaran en su defensa restando importancia a los hechos y diciendo que son las críticas de los radicales y fundamentalistas de siempre. Es la vieja excusa que utilizan precisamente aquellos políticos y administradores que estando al cargo de la protección del patrimonio (y cobrando por ello), resultan extraordinariamente moderados y comedidos en el cumplimiento de sus funciones.

La denuncia del 1 de abril está hoy más vigente que nunca. La decadencia de todo el patrimonio de árboles monumentales con todos sus valores simbólicos, estéticos, históricos, biológicos, identitarios, tradicionales, etc. es cada día más evidente y comprobable. Basta simplemente visitar nuestros tejos centenarios asfaltados hasta su mismo tronco, o maltratados de mil formas distintas.

Esperamos que el día en el que al fin las administraciones comiencen a gestionar este legado, quede aún algo que gestionar.

Obras que se realizan junto a uno de los tejos -Fotos de la Asociación de Amigos del Tejo-

ASUNTO
Denuncia por graves agresiones a los tejos centenarios de Abamia durante las obras de restauración de la iglesia.

ANTECEDENTES
Desde hace muchos años, personas y colectivos relacionados con los ámbitos de la cultura, la naturaleza, el arte, etc., venimos manifestando nuestra preocupación ante la absurda pérdida del un patrimonio único que representan nuestros tejos “cultos”, que se encuentran junto a iglesias y otros lugares significativos y cuyos valores son incalculables desde el punto de vista paisajístico, estético, simbólico, cultural, histórico…
Han sido muchas las iniciativas en este sentido (exposiciones, reuniones y encuentros, publicaciones, censos, investigación, etc.) mediante las que tratamos de sensibilizar a las administraciones respecto a la importancia de este legado.
Sin embargo constatamos que cada vez que se hacía una obra, los árboles terminaban muriendo o se veían gravemente afectados.
Para evitarlo, en esta ocasión cursamos numerosos avisos a la Dirección General de Medio Ambiente sobre el comienzo inminente de las obras de Abamia. Y una vez comenzaron nos vimos obligados a denunciar públicamente el aplastamiento de raíces que en el tejo más grande causaba el paso continuado de maquinaria pesada. Por fin, el 1 de abril de este año, 26 grupos y asociaciones nos reunimos en concejo abierto solicitando la defensa y conservación de este patrimonio, precisamente bajo el tejo de Abamia.
Nada de esto parece haber sido suficiente.

HECHOS
El 21 de octubre durante una visita al lugar, contemplamos atónitos como las obras habían afectado muy gravemente a estos árboles. Aportamos fotografías pero ha sido imposible documentar todo el daño, en parte oculto por el relleno; describimos por tanto lo que hemos podido constatar:
Al pie del tejo situado al SE. las excavaciones para la colocación de varias zapatas de cemento habían seccionado numerosas raíces cerca del tronco.
La tierra aparece removida en el borde de la carretera por donde tememos hayan podido excavar zanjas o remover el terreno.
Pero la peor parte la ha llevado el tejo más grande y viejo que a menos de dos metros de su tronco ha sufrido el corte de todas sus raíces de la parte este, a consecuencia de la excavación de una zanja de 40 cm. de profundidad y más de 10 metros de longitud, todo a lo largo del muro existente entre el tejo y el atrio.
Hay que señalar que las raíces cercenadas eran de gran importancia para un árbol que no puede desarrollar un sistema radicular hacia los lados sur y oeste, a causa de la carretera. También es preciso advertir que todas estas excavaciones y actuaciones están expresamente prohibidas en el plan de manejo del tejo.
Recordamos asimismo que entre el 70 y el 90% del sistema radicular de los árboles se encuentra en los 30 cm. superficiales de la tierra.
Es difícil evaluar la gravedad de los daños, en gran parte irreversibles, que en todo caso suelen manifestarse con claridad al cabo de algunos años, pero los trozos de raíz seccionada de más de 8 cm. que pudimos ver y fotografiar, nos hacen temer que finalmente este tejo entre en la prolongada agonía que padecen ya los de Villanueva, Vidiago y tantos otros por causas parecidas. Por todo ello quiero que conste esta denuncia y se tomen las siguientes medidas:

1º - La destitución fulminante de los responsables de la obra.
2º - Que dicha obra se detenga inmediata e indefinidamente hasta encontrar el modo en que pueda proseguir con las garantías de que los árboles no sufran de ningún modo.
3º Que verdaderos expertos en arbolado monumental (proponemos a miembros de la AEA, Asociación Española de Arboricultura), evalúen los daños, propongan y apliquen los tratamientos paliativos y los posteriores cuidados.
4º Que estos mismos técnicos evalúen también los daños según la Norma Granada para delimitar las responsabilidades pertinentes.
5º Que se replantee de nuevo la obra, teniendo en cuenta los informes de los técnicos en arboricultura con vistas a preservar y en lo posible restaurar los árboles y su espacio.
6º Que se ponga en marcha urgentemente el Plan de manejo del tejo, y se desarrollen todos sus puntos tanto en el campo de la investigación y conservación como en el de la educación y divulgación.
7º Que se articulen los mecanismos de coordinación y de protección tanto en Cultura como en Medio Ambiente para evitar estos atentados contra un patrimonio esencial.
8º Que se materialicen responsabilidades al más alto nivel, en forma de destituciones o dimisiones por unos hechos que de una vez por todas deben tener consecuencias ejemplares, para evitar que en lo sucesivo se pueda agredir impunemente a estos árboles que al margen de declaraciones formales constituyen un verdadero Patrimonio de la Humanidad.

Más Información Asociación Cultural de Abamia

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